Las carretillas elevadoras agilizan los tiempos a la hora de desplazar, almacenar y cargar todo tipo de mercancías pero, en todo caso, han de seguirse minuciosamente un cierto número de medidas de seguridad para asegurar la integridad física de los trabajadores, tanto los conductores como los demás empleados que trabajan cerca de las máquinas.

Entre los riesgos que corren los conductores podemos señalar como los más frecuentes las contusiones derivadas de la caída de objetos, las caídas de ellos mismos desde distintas alturas, las colisiones con otros vehículos o con palets, muros, etc, y los vuelcos de la carretilla. Para el resto del personal que trabaja en las inmediaciones por las que circulan las carretillas elevadoras los percances suelen ser asimismo golpes producidos por caída de objetos de todo tipo y atropellos.

Para evitar este tipo de accidentes laborales el conductor debe atenerse a una serie de normas de seguridad. Según el tipo de ámbito, almacén, nave, exterior, etc las normas de seguridad pueden variar ligeramente, pero en general son básicamente las mismas. Nunca deberá emplearse la carretilla para funciones o trabajos que no sean los específicos para los que están concebidas. Jamás deben transportarse personas en la zona destinada a la carga, ya sea encima de la carga o en vacío. El conductor debe ser mayor de edad, estar capacitado previamente para el manejo de la misma y debe superar las pruebas o exámenes pertinentes para acreditar dicha capacitación.

Nunca debe llevar el conductor piezas, objetos o herramientas sueltas en bolsillos para evitar que se caigan durante las maniobras con la máquina. Todos los elementos de protección como cascos, calzado adecuado, etc deben utilizarse en todo momento. No deben sacarse las extremidades fuera de la carretilla. Antes de comenzar a trabajar con el vehículo se han de comprobar la dirección y los frenos, así como el circuito hidráulico, la presión y estado de los neumáticos, los indicadores y todos aquellos elementos que puedan dar problemas una vez en marcha. No debemos exceder el peso permitido de la carga, adecuar la velocidad a las condiciones del recinto y suelo en el que trabajemos, extremar las precauciones en rampas en las dos direcciones y de igual modo cuando circulemos marcha atrás.

Siempre hay que tener muy presente qué tipo de carga estamos transportando. Debido a su tamaño, peso y forma, los materiales varían mucho y se asientan de diferente forma sobre las horquillas de la carretilla, por este motivo debemos prestar especial atención a este aspecto para evitar vuelcos peligrosos. En todo caso, antes de ponerse al mando de una carretilla, el conductor habrá de familiarizarse con todas estas medidas y cumplirlas a rajatabla, con ello nos evitaremos disgustos mayores.